La música es un arte que se introduce en las aulas desde las edades más tempranas. Empieza activando estímulos, llegando a obtener grandes beneficios en la vida de los más pequeños. Numerosos estudios han corroborado que la música mejora en el rendimiento de diferentes asignaturas como matemáticas, lengua, el aprendizaje de la lectura o el estudio de diferentes idiomas. Además de estimular la inteligencia emocional y ayudar a mantener un mayor sentido del equilibrio y desarrollo muscular, al combinarse el aprendizaje de esta con el baile.
Hay infinidad de canciones y juegos infantiles que se pueden utilizar en el día a día con los/as niños/as, fomentando así la adquisición del ritmo y la entonación. La práctica de estos dos aspectos tan importantes de la música es muy enriquecedora, ya que les ayuda a tener mayor memoria visual y auditiva, las capacidades lingüísticas van mejorando poco a poco y consiguen mayor capacidad psicomotriz.
A medida que los/as niños/as se van haciendo mayores, van formando su propia identidad, desarrollando sus propios gustos y decantándose por un tipo u otro de música. Muchas veces hay grupos sociales que se unen gracias a un estilo de música que tienen en común. En ello puede influir la manera de vestir, de hablar…La música es tan importante que está presente en la personalidad de cada persona, actuando de vía de escape ante cualquier adversidad, llegando a necesitarla tanto en los momentos buenos como en los malos y esto es algo que los/as niños/as y adolescentes van aprendiendo a medida que van experimentando situaciones de su vida y experiencias nuevas.
“En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad” Arthur Schopenhauer